La rutina laboral puede ser exigente y, si no se gestionan adecuadamente el estrés y la tensión diaria, pueden afectar tanto el rendimiento como la salud. Incorporar pequeñas pausas de relajación durante la jornada es una forma efectiva de cuidar tu salud física y emocional.
A continuación, te compartimos algunas técnicas simples que podés aplicar incluso en días muy ocupados:
👉🏻 Respiración consciente: dedicar 2 a 5 minutos a inhalar y exhalar lentamente ayuda a reducir la ansiedad y a restablecer el foco mental.
👉🏻 Estiramientos suaves: mover cuello, hombros, brazos y espalda mejora la circulación y previene tensiones musculares.
👉🏻 Pausas activas: caminar unos minutos, cambiar de postura o simplemente levantarse de la silla puede renovar tu energía.
👉🏻 Visualización guiada: cerrar los ojos por unos minutos e imaginar un lugar tranquilo puede tener un efecto reparador.
👉🏻 Mindfulness: practicar la atención plena, incluso mientras realizás tareas cotidianas, favorece la concentración y disminuye el estrés.
💡 Estos pequeños hábitos, incorporados con regularidad, pueden marcar una gran diferencia en tu bienestar general.